Terminé la obra de Hamlet ayer en la noche, pues en ésta unidad les dejé a mis alumnos que leyeran a Shakespeare, aprovechando para instruirme a mi también, ya que tenía escasos conocimientos sobre el famoso escritor. No me imaginaba la grandeza de la obra, pues me hizo reflexionar y disfrutarla tanto, que el día que tenga un hijo o hija se llamará Hamlet. ¡Por Dios! La obra es bellísima, los diálogos están muy bien construidos con planteamientos filosóficos, y algunas veces hasta con un humor negro exquisito.
Es curioso pero lo que no aprendí en años en la escuela, me lo chuté en menos de un mes y todo por el trabajo. Que razón tiene esa frase, de “aprender a aprender” uno como maestro aprende mucho y más sobre sus alumnos. Hoy ¡por fin es viernes! y descanso de ellos, acabo de salir de clase con los perversos polimorfos de secundaria, y como siempre, Ricardo, el pedante (que por cierto me hizo comprar a Dan Brown, libro que apenas comencé), volvió a preguntar si había leído a Millán Kundera, todavía el mocoso se atrevió a decirme: “leelo te lo recomiendo”, otro jovencito amigo de él, me miró e hizo un gesto que no pudo ser más grotesco, pues en pocas palabras buscaban ponerme en evidencia.
¡Cómo suelen ser molestas esas actitudes! Cuando tus alumnos piensan que saben más que tú. Pero ya habrá momento, de cobrarme todos sus albures y pedanterías en las que suelo hacerme la desentendida, pues darles cuerda es preservar que lo sigan haciendo.
Cambiando de tema las cosas con otros grupos suelen ser más divertidas, ayer tuve clase con los de sexto y aunque algunas chicas a leguas se nota que no les agrado, los chicos en cambio, suelen ser más explícitos con sus miradas, pues mientras habló como perico muy pocos escriben, uno de ellos, que por cierto es un niño muy coqueto y se sienta hasta atrás, ayer sólo me miraba, estaba recargado en la pared y tenía la piernas abiertas, imagínense por qué.
En fin, me despido, estos son algunos de los gajes del oficio, que nos suelen amargar y endulzar un poco la existencia, moraleja del día: “Tendré que ir a comprar a Millán Kundera, y de paso unas blusas y faldas más pegadas” jajajajajajajaja!
3 Comments:
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siempre cuando uno es alumno suele so~ar con la maestra...o no dejar de observar ciertas areas fisicas...