Día número… no sé, realmente ya perdí la cuenta…ayer fue día de la mujer y ni me felicité, por cierto no te comenté que esta semana que apliqué exámenes, tuve el privilegio de bautizar a mi primer reprobado, si, efectivamente, lo caché con tremendo acordeonzote y ni modos, le anulé la evaluación.
El niño, se llama Daniel E. cuando le quité el examen estaba más asustado porque lo fuera a reportar, no lo hice, realmente no me cae tan mal, es más, hasta puede que me caiga bien. Después de bautizar a mi primer reprobado, y saborear el poder de imponer reglas, me quedé pensando que la situación de los acordeones es todo un arte estudiantil que requiere de mucha maña, pero a veces ofenden a uno como maestro queriendo pasarse de listos con malos intentos, si no me doy cuenta ¡perfecto! No hay bronca, pero cuando de plano no saben ser discretos, nos ofenden al creernos tan ingenuos como para no darnos cuenta, como si uno no conociera las mañitas de estudiante. ¡caray! Si van a copiar pues háganlo bien!
En fin hoy las cosas fueron un poco mejor, por primera vez tuve signos de razón en mis alumnos de segundo, pues fueron los que impusieron sus reglas y me pidieron ser más estricta, así que hasta me admiré cuando les pedí que se acercaran y hasta guardaran silencio cuando comenzó la clase, obviamente no fue total, porque su energía para ser controlada debe ser bajo muchos persistentes intentos, que en su mayoría suelen cansarme los nervios.
Ayer después de mucho tiempo de no hablar de mis cosas con mi señora madre, mi mal humor explotó, y le dije sin más inhibiciones que deseaba ahorcar a mis alumnos, que empezaba a odiarlos, y que mis ideas utópicas de educación las empezaba a mandar a la goma, con todas esas teorías de la escuela activa, o las de Comenio que mediante el amor se tenía que enseñar, no! Deseaba que regresara la escuela tradicional, donde el maestro reprimía mediante unos cuantos azotes. Pero no! Derechos humanos tenía que meter su patota! Hoy los mocosos, son altaneros, creen que ellos son los que mandan! Y todavía se quieren igualar! Ja! Y ojalá tuvieran razón, pero ni siquiera son dueños de si mismos.
Disculpa estimado lector, pero escribir es mi mejor forma de descargar todo mi enojo diario, cuya causa se debe a mis perversos polimorfos.
Hoy por cierto, ocurrió algo muy gracioso, resulta que en el recipiente donde se pone el garrafón de agua, estaba flotando una horrible y asquerosa cucaracha! Según dicen tuvieron que lavarlo con mucho cloro, jajajajaja! Ahora agradezco todas las veces que me enojo, por olvidar mi botella para llenarla de agua en la escuela. Después de que terminó el asunto me senté en una banca junto al garrafón de agua, ahí llegó mi alumno “el artista” que llenaba su bote, y me dijo que el agua sabía horrible después de haberlo lavado, el muchacho, me preguntó si sabía algo del capitalismo, pues iba a exponer y no había estudiado. Nuevamente empecé a hablar como perico, el chico se sentó a mi lado y me miraba con una sonrisa, no sé si interesado por lo que decía, o por los comentarios y pensamientos absurdos que digo en voz alta, cuando alguien me pone nerviosa. Me eché mi rollo y terminé diciendo que si la integración de América latina, que si la plusvalía, que si la conciencia de clases, que si el imperialismo de Estados Unidos, que la propiedad privada según Engels, etc. etc. Cuando terminé, el chico dijo gracias! Y supongo que terminó más confundido que lúcido, pero habló conmigo, y me halagó que fuera cual fuera su intención, me haya preguntado, es decir, cuando haces una pregunta a alguien es porque confías en que te va ayudar, esta vez sentí que lo que aprendí algún día en la escuela, se lo debo aquellos maestros que intentaron crearme una conciencia de lo que pasa a nuestro alrededor, un saludo a todos esos maestros apasionados!
Por cierto para el próximo blog, te comentaré lo que ocurrió con el libro de Milan Kundera…
No vemos chau!
Atte. “La Vicho teacher”
0 Comments:
Entrada más reciente Entrada antigua Página Principal