El calor esta insoportable, son casi las diez de la noche y no se tolera. Hoy por la tarde no añoraba más que andar casi en pelotas, pero obviamente eso no es bien visto aquí.
Entre mis quehaceres vespertinos, andaba paseando por el centro de la ciudad y justo cuando iba a cruzar una calle un coche tocó el claxon, cuando vi era mi alumno “el artista” (para acabarla), su saludo fue con su mejor cara de galán, yo alcé la mano y respondí, él portaba unas gafas azules de esas grandotas que están de moda y parecen de mosca… pero que bien se veía… ejem ejem, bueno dejemos ese asunto, que de eso no voy a escribir.
Esta situación de ver a mi educando pasar en su jetta gris, me llevó a pensar sobre las cosas frustrantes que uno como maestro suele sentir en la escuela donde trabaja, pues ahora si me sentí de lo más bicho, con “b” grande, y no es la primera vez.
Hablemos de las cosas frustrantes que una maestra (o) (que trabaja en escuelas particulares principalmente) odia de sus alumnos.
Que tus alumnos tengan carro, y tú te transportes en autobús, o en su defecto, si tienes carro, que tengan uno mejor que el tuyo.
Que después de soportar el terrible quemón, de tú a patas y ellos en auto, todavía te saluden y no se dignen a darte un ray.
Que tengan un mejor celular que el tuyo, y para acabarla que se la pase sonando en tu clase.
Que tengan una vida sexual más activa que la tuya.
Que sepan hablar mejor del aborto, métodos anticonceptivos, pearcings, tatuajes, música, que tú, ahí comprendes que tu época esta pasando de moda.
Que sepan más sobre software, video juegos, miles de aparatos tecnológicos, que tú.
Que gocen de los recursos económicos, de los que tú sufriste, y que no los aprovechen.
Que te albureen en clase.
Que se rían a todo pulmón, cuando se te sale un gallo.
Que pidan permiso para ir al baño, 4 veces en una clase.
Que pongan su cara de mártires, cuando dices “No”.
Que te inviten al cine y no cumplan su invitación.
Que sean fresas, y que te pregunten de marcas, antros, programas de tv, revistas, actores, lo que esta in y lo out, y no sepas que decir. Si salir huyendo de tan banal platica, o callarles la boca con cinta y ponerlos a leer.
Que se quejen por todo, y no tengan la razón en nada.
Que cuando llegues al salón de clases sea un vil cuchitril, porque los angelitos no se dignan a recoger su basura del suelo, ya que piensan que para eso les pagan a los conserjes.
Que entren comiendo a clase y de paso, apesten el salón.
Que para todo tengan que excusarse.
Que te digan que tu clase es aburrida
Que te pongan en evidencia, con la vil intención de chingar.
Que con tantas niñas y niños melindrosos, te des cuenta que estas comenzando a ser un adulto culero, como lo fueron tus maestros en algún momento. Y que las ganas con las que empezaste a dar clases, se vayan debilitando a causa de su gran resistencia por aprender.
Ahora le toca a Héctor hacer su lista de cosas frustrantes…
Un gran saludo y visiten el nuevo blog! “Escribiendo a calzón quitado”
Atte “ La Vicho teacher”
1 Comment:
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- Salvador said...
7:24 p.m.Jajaja estuvo bien bueno de lo las cosas frustrantes para un maestro, me divertí bastante con ste post! sigue así! saludos!
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