Último día de clases con mi perversos de secundaria, y como ya no tengo que temas que tratar puesto que ya entregué calificaciones, pues no hallaba como entretenerlos, así que se me ocurrió llevarles una película, “Los coritas”, pero el cine francés tiende a ser lento, y mis chamacos que son unos hiperactivos, ni siquiera toleraron media hora, porque nunca dejaron de hablar, de pararse, y hasta ponerse a jugar.
Mi intento por una actividad extra fue un fracaso, así que no faltó quien comentara que la película estaba aburrida y que si quería tenerlos atentos, que les pusiera una “porno”, así los mantendría callados y en su lugar. Y se me ocurrió la “brillante y engorrosa idea” de decirles que al día siguiente trajeran su pelí, con la condición de que investigaran sobre el tema y expusieran en clase.
Hoy, para mi suerte cuando llegamos al intento de sala audiovisual, estaba ocupada, sinceramente ya me estaba arrepintiendo por acceder, ya que un solo comentario que los dejé ver pornografía pues me vale mi trabajo. Así que me los llevé a un salón y comenzamos a hablar de qué onda con el porno y la masturbación, y como todos son chamacos varones de 15 años, pues ya se imaginaran la desvergüenza total, no les daba pena decir que se masturbaban, era común oir, “me la jalo desde los 13”, así de honrosa su situación, obviamente como soy una “pervertida, un tanto exhibicionista, pero decentona”, cuando me hacían preguntas de “usté… ¿se masturba? ¿Ha visto videos porno?”, pos ni modos que les dijera que no, aunque tampoco dije que si, sino el argumento más prudente que encontré en esos momentos fue…”somos humanos y quien niegue su naturaleza, se niega a si mismo, la masturbación es algo natural y la pornografía en todos lados es tan accesible, como una miscelánea, en el Internet, revistas…”
Como nunca pude tenerlos callados, jamás de los jamases, guardaron silencio, pero esta vez todos me veían con atención y hasta los más callados, insistían en saber más, pero uno como maestro no se puede quemar, así que preguntitas más subidas de tono, ya no contesté, simplemente “es mi vida privada”, después de una breve plática y uno que otro argumento que les dí para cerrar la pequeña discusión, pusieron su video y como nunca los muchitos se callaron y vieron con toda naturalidad el acto, de cómo un hombre cogía con una mujer, y como es clásico en ese tipo de videos, donde el hombre tiene un gran pene, no faltó el gracioso en decir “iguales” y los demás en soltaron una gran carcajada, y todavía remató “sin ofender, pero no me llega”.
Pensé que iban a estar más alborotados, pero creo que ese tipo de videos les parecían tan normales que se pudieron controlar, tendrían que ver su interés como nunca en otra clase.
Cuando terminó la hora, Guillermo uno de mis niños inteligentes y mejor comportados me dijo “maestra ¿tiene correo? ¿Me lo puede dar? Es usted una persona muy divertida e interesante.” Yo, sin objeción se lo di.
Esta era la última clase que tendría con ellos, si es que no siguen en el bachillerato de la institución. Creo que me agarró la nostalgia, a pesar de que ese grupo fuera mi dolor de cabeza, fue de los que más aprendí, realmente ellos fueron mis mejores maestros.
En fin, regreso a mi realidad y espero que no se entere el director o las pinches chismosas secres, porque si no, me corren del trabajo ¡esas cosas no se enseñan en la escuela!
Saluditos
“La Vicho Teacher”
7 Comments:
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Ojala no tengas broncas por eso, no falta el alumno chismoso, saluditos!.
Adivina cúal escogí...
Amigo, pues realmente no les enseñé porno, simplemente les permití ver un pedacito de la pelí, y sobre todo escucharlos y ver cómo reaccionaban ante una situación de esas, fue algo realmente inédito en un salón de clases y de paso con una maestra.
Pensé que por lo menos uno se metería la mano en el pantalón, pero ni uno hizo eso, al contrario se comportaron como nunca.
Indigente...
La francesa, yo preferiría la simulación de la líbido, además que el cine francés es muy respetable.
Don gato...
La verdad que si, hoy uno de mis niños me imploraba porque le pusiera un seis en la última unidad, pues se había llevado más de seis materias y si no pasaba por lo menos una, reprobaba el año. Le recordé las veces que se pasaba de grosero conmigo, las veces que le pedía que se sentara, que guardara silencio, etc, y le pregunté ¿crees que mereces que te de chance?
No volvió a insistir.
Toro...
Por lo menos recordaran que su última clase conmigo vieron porno.
Gabriela...
Si, el riesgo es grande, no te creas, ando con la cola entre las patas, esperando que ningún chismoso se atreva a hablar.
Un saludo a todos.
A mi me pasó algo similar, aunque no logramos que la "teacher" pusiera la película que llevábamos, nos mostró otra, erótica pero no porno :'(