Aventuras de un Maestro

¡Este es el post número 100! Y aúnque es de celebrarse que ya tengamos un buen de números, es una lástima que no podramos festejarlo con buenas noticias a las que no podemos dejar de ver, como ciudadanos afectados que las vivimos, el movimiento magisterial sigue aqui en Oaxaca.

Este post lo escribí con motivo, que ayer fui a darme una vuelta al zócalo capitalino, mis sentimientos quedaron por los suelos al ver cada vez más deprimente el panorama.

Un saludo a nuestros lectores que visitan este espacio.

La ciudad tiene cruda, ayer después de lo ocurrido el miércoles pasado, el centro histórico parecía el muladar de la intolerancia.

Oaxaca sufre la cruda cual vil borracha, con el hígado casi deshecho. Su vicio: las manifestaciones; su consecuencia: la no resolución.

Cerca de la catedral las calles aledañas tienen pintas en la loza recién hecha, los viejos monumentos que la componían hubieran sido más respetados; los campamentos quemados, muestra el plástico chamuscado y adherido al piso, las pintas han plagado todas las paredes; no hay respeto al centro histórico, si no hay respeto a las demandas, los muchos manifestantes lucen cansados, unos hacen fila para que les sirvan un plato de comida, con salsa de huevo, frijoles y arroz, unos acarrean garrafones de agua, mientras en el camino unos gritan “ si se ve, si se ve, ese apoyo si se ve…” piedras, ladrillos, tierra, esparcidos en el suelo son las pruebas perfectas de una guerra simbólica.

Unos cuantos se aglutinan frente a una mueblería, (único negocio abierto) para ver un partido, todos los restaurantes permanecen cerrados.

Después de todo, el fútbol parece ser el único motivo para desviar un poco la tensión que vive, tanto de los manifestantes como de la población que también muestra su hartazgo masivo.

Ayer, mientras esperábamos a Pili (la secre que paga) una maestra junto con otros discutía, mientras yo e Isabel (la maestra que me platica sus penas), escuchábamos fuera del circulo, ella decía: “Es que ya era justo que alguien hiciera algo, que les pusiera mano dura, no es posible que los maestros sigan haciendo ese tipo de cosas…”, Isabel me dijo en vos baja, “Qué triste es hablar con gente tan cerrada, y luego si hablas no te pelan porque eres menor que ellos, desde un principio el gobierno tuvo la culpa, Ulises iba a ceder al tercer día, pero después se arrepintió y se montó en su burro, con sus 60 millones, si alguien tiene la culpa es el gobierno, por propiciar que el movimiento siguiera.”

En estos momentos, la información de primera mano es la que todos sabemos, los rumores se esparcen como una plaga, no hay nada nuevo, que si los detenidos fueron soltados, que los cuerpos de los muertos no fueron encontrados, que los niños muertos, que el aborto de la maestra a consecuencia del gas, que hasta los polis tienen miedo de irse a parar por el lugar.

La situación se torna más inconclusa, ahora van a ver a quien le echan la “bolita”, después que el ejecutivo estatal manifestara su postura y considerar que solo 4 de las 10 demandas le pertenecían, esto fue lo que dijo: "Simpatizo con la posibilidad de que se rezonifique al magisterio oaxaqueño, pero cómo resolverlo es problema de la Secretaría de Hacienda, es responsabilidad del gobierno federal".

Mientras tanto el paro sigue, los maestros han tomado las escuelas, ya no tienen campamentos, ni maletas, solo se plantan en el día y por la noche se alojan en los centros educativos, después de que algunos empezaran a protestar que no quieren arriesgar sus vidas, distintas organizaciones muestran su apoyo, la universidad se ha aliado al movimiento, las demandas adquieren un matiz más fuerte, si antes eran menos evidentes los gritos, ahora resuenan con más fuerza: "¡Estamos-golpeados, pero nunca derrotados!" y si antes el grito que en las paredes retumba era “¡Va caer, va caer, Ulises* va a caer!” ahora ha cambiado a: "¡Ya cayó, ya cayó, Ulises ya cayó!"

La Vicho Teacher

*Ulises Ruiz Ortiz Gobernador de Oaxaca.